martes, 24 de enero de 2012

con una puta en las ancas y una blasfemia en la cabeza

Las herraduras de los caballos echan chispas contra el asfalto y los voladores estallan con sus tres totes cuando están en lo alto. La trocha de mi caballo suena como una metralleta y en su galope bailado, la copera a mis ancas contra la espalda me aplasta las tetas.
Esto es un enorme jolgorio, pero por el caos parece una guerra, y el corazón organiza un velorio, a causa de mi suerte perra, tambien disfruto la fiesta las vagabundas y la pelea.
Pero que carajos se va a hacer, si ya estoy en este mundo, al final mi alma de vagabundo, soporta cualquier carga, y aunque mi corazón a ratos se amarga, pues no esta hecho de piedra, metido en la enorme feria con mi caballo y mi guitarra, seguiré siendo una fiera pal aguardiente y las putas, que no son buenas y si astutas, también de intenciones claras, tumbé a machete las varas que me tenían cogido, ya me harte hasta la saciedad de las compañías malas, que fingían ser buenas y de intenciones nobles, pero pelaron los cobres y mostraron emociones ralas.
Matare tantas tristes penas con aguardientes y guitarras, y trataré de hacerlo todo como si ya no te amara, como si en esta vida de fiesta tu a mi ya no me importaras.

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