miércoles, 14 de agosto de 2019

Las Cosas que se Van


Mis estimados lectores, como no tenía mas escritos preparados y pulidos, las publicaciones que se vienen en lo que resta del año posiblemente no tengan la periodicidad semanal. 

Por otro lado, aquí les comparto el primero de los textos mas recientes, debo de confesar que aun cuando es un texto muy gris, por decirlo con delicadeza, me gustó mucho el resultado, tal vez por ser una forma de exorcizar amarguras. Espero de todo corazón que les guste. 

Las Cosas que se Van

Se fue el caballo, 
se fue el camello;
la moto, días después,
salió por el mismo hueco.

También arrancó amor,
fuera fugaz o longevo,
a través del portón
se largó por embeleco.

Se han ido los sueños,
los propósitos, el dinero;
eventualmente se va todo,
solo se quedan los miedos.

Se van los vivos,
se van los muertos;
en los segunderos corceles,
tendido al galope
se marcha el tiempo.

En el río de la vida,
caudaloso y turbulento,
navegó la tranquilidad
para convertirse en recuerdo.

La memoria también se va,
dejando el pedazo muerto,
de lo que era un todo,
de lo que fue tan perfecto.

Se han ido tantas cosas, 
que enumerarlas no puedo. 
Falta pasto a la esperanza, 
vive de paja el recuerdo.

Se va la vida viviendo,
se va queriendo vivirla,
todo va yendo a su antojo,
todo se marcha con prisa.

Se van las olas del mar,
y apenas si fueron vistas;
se van los versos de amores
a dar serenatas perdidas.

Se están yendo las ganas,
Porque nacen con agonías,
Dejando tirado el trabajo…
¡que ganas tan mal paridas!

Irán, van, o se fueron
todas las cosas del mundo,
en la vida nada es eterno,
queda en la garganta el nudo.

Queda siempre el hombre solo,
la peladez y el encierro,
pero no todo es malo,
la familia ama y da consuelo;

Un abrazo y un beso enormes
para los que me quedan,
incondicionales motores
en los vientos de tormenta.