jueves, 27 de agosto de 2020

Rendición

 

La única introducción que quiero darle a esta publicación es que mi amiga, crítica, y lectora de cabecera, Andrea Ariza Bravo, fue quien bautizó el escrito hace unos pocos días; la palabra con la que lo definió es el titulo que lleva. 

 

RENDICIÓN

 

Han pasado mil agostos

recordando su llegada,

casi los mismos septiembres,

acusan hoy su partida;

van calendarios completos,

con el vacío en la vida.

 

Buscando tanto ese amor

en otros mil y un dolores.

Buscando sus dulces ojos,

ojos dueños de mis amores.

 

Cargando con mil errores,

esos que la espantaron;

su ausencia pesando siempre,

anhelo que vuelva a mi lado.

 

Extraño esos ojos tiernos,

faltan más que mi caballo;

extraño sus besos ciertos

y abrazos acalorados.

 

Tantas noches compartidas,

y un apoyo tan sereno;

en estos tan largos días,

me mata ya no tenerlos.

 

Tocó amarla en silencio,

expresarme ya no puedo;

incapaz de despedirme,

y el olvido está rejego.

 

Yo la sigo esperando,

mientras en dolor me entierro.

amarla y llorarla mudo,

porque olvidarla no puedo.