sábado, 19 de diciembre de 2015

Poblak Poblaksson (fragmento)

El presente escrito es un nuevo fragmento de la novela que estoy escribiendo... Amabilisimo lector, si alguna vez se ha sentido tentado en comentar mis escritos, este es el momento oportuno.


"...Aquella primera noche acampó junto a un pequeño riachuelo, allí el agua era clara y fresca, su sonido producía un efecto tranquilizante en Poblak, le calmaba un poco la ansiedad que sentía y el miedo que tenía de fallarle a Angodres. El frío de la noche calaba en los huesos, las nubes cubrían el firmamento manteniendo a raya las estrellas, así las sombras se hacían más impenetrables. No se atrevió a encender una hoguera, de modo que se acercó a su caballo y lo abrazó alrededor del cuello, contagiándose de calor, mientras le susurraba palabras amistosas de ánimo y aliento para que le aceptara como su amo y no perdiese el brío y la fuerza durante su trayecto, invitándole a comer bien para que el largo viaje que los esperaba no le hiciera mucha mella en sus carnes y belleza. Todo aquello lo había aprendido de algunos de los centauros que habían sido sus compañeros de armas años atrás, realmente se sentía feliz de volver a ver a aquellos sabios y poderosos seres. Luego de entrar en calor se cubrió con una manta, y sin despojarse de sus avíos de pelea dejó que el susurro del agua lo arrullara hasta quedar profundamente dormido, soñando con la guerra, la gloria, y la restauración de Leftos.

Muy entrada la noche unas fuertes manos aprisionándole la garganta le obligaron a abandonar el sueño abruptamente, ya casi no podía respirar y la visión se le nublaba, quien fuera que lo estaba intentado matar se encontraba sentado a horcajadas sobre su pecho y le aprisionaba los brazos con las rodillas, por lo cual oponer resistencia era casi imposible. Haciendo uso de la fuerza que le quedaba giró su cadera rápidamente de un lado a otro hasta que logró girar sobre sí mismo y librarse de su atacante, rápidamente pero con mucho esfuerzo se arrastró unos metros alejándose de quien quiera que intentaba matarlo y se puso en pie con gran esfuerzo, apenas lograba terminar de enderezarse recuperando el aliento pero sin poder ver aun con claridad cuando sintió un golpe seco en el estómago, su contrincante lo había envestido golpeándolo con el hombro y abrazándolo para intentar someterlo en el suelo nuevamente, pero Poblak era demasiado pesado para él y pudo aguantar el taque sin perder el equilibrio, reaccionó desenfundando su espada e inmediatamente le dio en la espalda al otro con el pomo, el golpe que le propinó fue tan duro que un fuerte “crac” sonó en alguna parte y el estrangulador cayó desplomado lanzando un grito de dolor tan sonoro que lastimó los tímpanos de Poblak y asustó al caballo. Ya con más calma el soldado recuperó totalmente el aliento y su sentido de la vista volvió a la normalidad, introdujo su pie por debajo del pecho del hombre caído y de un fuerte empujón giró el cuerpo de aquel sujeto que aún se quejaba por la agonía que le causaba el golpe en la espalda, la violencia de aquel movimiento obligado le hizo sentir una punzada más fuerte aun en el lugar donde había recibido el porrazo. Poblak no se sintió asombrado al ver de quien se trataba, era nada más y nada menos el mercenario al cual Angodres le había perdonado la vida, aun se encontraba desnudo, pero no había buscado el camino hacia sus camaradas, herido en lo más profundo de su orgullo, había seguido a Angodres, dándole la ventaja suficiente para que su presencia no se notara, y al ver que aquel tomaba camino al sur,  sabiendo que no era rival para el príncipe, decidió esperar el momento oportuno para robar a la familia de Poblak, sin embargo vio una oportunidad que creyó mejor al observar que este partía solo en otra ruta, y prefirió seguirle, esperando pacientemente hasta que le atacó. Sin mayor preámbulo Poblak le pateo el costado tres veces al ventajoso y traicionero individuo, sepultandole acto seguido la espada en el corazón, se retiró unos cuantos metros y continuó durmiendo con total tranquilidad.

Este era Poblak Poblaksson, soldado nato, hombre de sangre fría y habilidad considerable con las armas. Nunca había recibido un entrenamiento militar como el de Angodres o muchos de los soldados que lucharon a su lado en la guerra, pues contrario a muchos de ellos él no se había enrolado en el ejército desde su juventud, simplemente un día se enteró de la guerra entre los hermanos y eligió un bando, recorriendo una considerable parte de Leftos en busca de los cuerpos armados fue encontrando campos de batalla y escaramuzas donde se aprovisionó de armamento y piezas de protección, cada noche practicaba con la espada golpeando árboles, amoldándose en cada golpe a su peso, buscando siempre la forma de atacar sin perder el equilibrio, brincando, lanzando puntapiés y gritos al aire, destazando oponentes imaginarios por centenares. Fue una noche así en la que mató a su primer enemigo..."