martes, 19 de junio de 2012

Lindo día, lindo sol


Me parece bien curiosa la forma en que trabaja mi inspiración, hoy he descubierto que los versos y la rima me brotan con mayor facilidad en los momentos de ansiedad, tristeza o dolor. En cambio en los días que me encuentro en paz, que me siento en calma, no redacto con decencia ni siquiera un telegrama.

Si lo pienso bien, hasta tiene un poco de sentido, es mas sencillo para mi, expresar el hastió del dolor y el olvido, mientras que escribir versos alegres, es para mi un misterio, he llegado a la conclusión; que la dicha se escribe en prosa, la tristeza en un solo verso. Y tiene mucho de cierto, pues en las malas las cosas siempre riman, sin importar si es forzado el verso, o el solito se arrima.

Mientras que en la alegría todo suena distinto aunque se haga compañía. Puede decirse que la alegría es una tarde especial de sol en un día de verano,  es necesario sentir el viento cuando la piel acaricia, así como sentir la magia, que emana de una sonrisa. No son de iguales sonidos, pero tienen mayor gracia, como cuando un segundo me detengo a oler de las flores su fragancia. La dicha se esconde en una nube pasajera que tapa y hace fresco por un momento el sol, o en un pucho bien fumado a pesar de su amargo sabor.

Esta también presente, en el vuelo de un pajarito, cuando la sientes no la jode el zumbido de un mosquito. Se encuentra viva en el sueño de un bebe adormilado, o en la satisfacción que traen unos pies bien cansados, también en lo dulce de un beso o una llamada clandestina. Se encuentra en como miramos muy pocas veces la vida.

Tengo yo la mala maña de culpar de mis tristezas a mi corazón y al de otros por las cosas que me pesan. Maña que muchos tenemos esa que acabo de expresar, algunos la explotan como quieren para manipular a los demás. Solo este llamado de atención hago en este amoroso y raro escrito,  asumamos lo que ha pasado, con gracia y con orgullo, y no dañemos a otros con sed de protagonismos, con chismes y manipulaciones para gusto y en venganza de nuestros corazones rotos.

Seamos consientes del aire cuando entre en nuestros pulmones, yo hoy abrazo al mundo, con mi corazón de mil amores. Nada tomo ni desecho, todo se hace por si solo, así como la mañana llega con los primeros rayos del “mono”*.
Uno que otro verso salió en este curioso escrito,  hecho con mucha conciencia, y rebosante de amor bonito


*para mis lectores extranjeros:  en algunas regiones de Colombia le dicen mono al sol

domingo, 3 de junio de 2012

Oro y Zafiro



Pelo de oro y ojos de ensueño
Una voz que nunca he oído
Y una dulzura sin velo.
El corazón se exalta
Cuando imagino su olor
Conversando con ella
Desaparece mi dolor.

Mística hada encarnada
En terrenal figura
Siembra un recuerdo que atrapa
Y una ilusión que perdura.
Viene de tierras lejanas
De lugares olvidados,
Donde se anhela el futuro
Y se atesora el pasado.
Es un espíritu libre
Romántica ambulante,
En exceso bella y firme
No es grosera ni pedante.

Heredó dos grandes ojos
Tan azules como el cielo
Preciosos como el zafiro
Y con la calma del hielo.

Calla más de lo que dice
Ríe, ama, sufre y llora,
Y yo la quiero conmigo,
No soporto esta demora.