Hace unos minutos dándome
un descanso de mi trabajo y patinando por las redes sociales me encontré un
aparte del señor Héctor Abad F. que rezaba lo siguiente: “…Porque no es matando
guerrilleros, o policías, o soldados, como parecen creer algunos, como vamos a
salvar a Colombia, es matando el hambre, la pobreza, la ignorancia, el
fanatismo político o ideológico como puede mejorarse este país…”
Pocas veces he estado
de acuerdo con ese señor, esta, indiscutiblemente es una de esas, tanta razón
le doy que si eso se logra, no se necesita un papel firmado, pues no existiría
el medio de las armas, lo que un papel en la Habana logra hoy o en 6 meses, es
lo mismo que se logró con Santafé de Ralito hace unos años, cambiarle el nombre
a una estructura criminal. Esa vez dejaron de ser paramilitares y se
convirtieron en BACRIM ahora quien sabe que nombre les irán a dar. Desde mi
punto de vista la paz de la habana va a indultar a algunos criminales de alto
vuelo, y hacerle perder toda legitimidad a las FARC, por ende a los pobres
campesinos incautos que creyeron en la lucha social de este cuerpo armado o a
los bandoleros que necesitando protección de sus enemigos se enrolaron en las
mismas para adquirir mejor escolta.
Pero la paz está muy
lejos de ser lograda, más con los dirigentes políticos que tenemos DE TODAS LAS
CORRIENTES Y EN TODOS LOS LUGARES del territorio nacional, y la presencia de
esos bellacos en las esferas gubernamentales es culpa exclusiva del pueblo. Tanto
así que apoyan candidatos que en periodos pasados fueron destituidos por
inhabilidades en el periodo electoral, inhabilidades que debían de conocer pues
nadie puede ejercer un trabajo u oficio sin tener conocimiento de sus
capacidades y limitaciones, si una persona trabaja sin saber estos dos puntos
esenciales de su labor, entonces no es apta para el cargo que desempeña, al
igual que es completamente incoherente y peligroso para la "empresa"
que se extralimite en sus funciones y rompa los códigos legales y de conducta
por ejercer cualquier tipo de poder público o privado. Igualmente encontramos
apoyo a candidatos con sospechosos historiales penales que hoy en día nadie
parece recordar. La política da vergüenza, física pena ajena, en campañas de desacreditación
al contendor sacando de lugar y contexto videos editados para minar la
credibilidad del opositor. Chuzados, Hackers, Espías, Megalómanos, Arrodillados
y Mesianistas, todos estos son componentes claves para continuar en guerras sin
cuartel por la falta de pulcritud u objetividad de los dirigentes y algunos
seguidores. Fíjese bien amable lector que no estoy de parte de nadie, para mí, TODOS
SON LA MISMA BASURA CON DIFERENTES COLORES. La solución no se encuentra en
ningún modelo económico, político, credo religioso, partido o dirigente, la
solución, LA VERDADERA SOLUCIÓN, está en cada uno de los electores, al elegir a
conciencia, en cada uno de los electos, para trabajar con los bolsillos vacíos
y la voluntad de progresar sin robarse diecinueve pesos e invertir uno en un
presupuesto de veinte pesos. El día en que se logre dicha conciencia, pública y
privada, el cantar para todos los colombianos, y posiblemente la mayor parte de
los pueblos del mundo será muy diferente.
Como dijo el gran sabio
mejicano Mario Moreno: “¡TODOS UNIDOS, UNIDOS VENCEREMOS! ¡HE DICHO!
POSDATA: Al que le
caiga el guante, que se limpie con él, no me importa.