Duré varios días gestando este escrito y me salió algo que considero bonito. Podrá parecer un textículo de auto-ayuda, y tal vez hasta lo sea, pero igual... Todos necesitamos algo de...
ESPERANZA
Cuenta la leyenda que cuando Pandora
abrió la caja (o ánfora), de ella escaparon todos los grandes males que aquejan
a la humanidad, bien sea en su fuero interno, como en su entorno natural, la
cosa es que agazapada en lo profundo del recipiente quedó la esperanza.
Esta es la versión griega de la
expulsión del paraíso, y aunque, como en otras tantas culturas, viene siendo
una historia bastante misógina por decir lo menos, tiene fallas aún mayores.
Se dijo pues que el fondo, débil y sin
aliento, quedó la esperanza en la dulce forma de un pajarillo desplumado. Tal
avechucho fue contenido y no pudo escapar de la caja, al menos, eso dijo
Pandora a los demás mortales.
No obstante, la leyenda ha sido mal
contada desde que el tiempo es tiempo.
Si bien es cierto que el ánfora del
cuento se abrió, no fue de manera voluntaria, lo primero que hay que aclarar es
que se rompió junto con otras tres materas en la mitad de un trasteo y por
culpa de los coteros que, teniendo las manos ocupadas, se pusieron a tomar
vino.
Lo segundo y más importante, es que la esperanza
no era ningún animalito desplumado, todo lo contrario ¡era el elemento más
poderoso que había en vasija! Realmente, la segunda fuerza del universo. Los males
todos juntos, estaban allí apresados solo para poder contener (y a duras penas)
la inmortal naturaleza del Fénix. Oh si, el Fénix.
Y es que tiene sentido, un ave inmortal
que nace de sus propias cenizas, brilla con intensidad astral, está hecho de fuego
puro, se reinventa en cada muerte, es una de las tantas materializaciones de la
idea del amanecer, la promesa de una mejora, el anuncio de un nuevo día.
Entre los más de 6 mil millones de
habitantes que hay en la tierra… ¡cuán pocos son aquellos que pierden por
completo la esperanza! Incluso entre tantos males; aun con una humanidad tan
podrida.
Muy pocas veces la Esperanza muere
realmente, para ser olvidada y no volver jamás. Para ello además es necesario
que en un solo humano confluya la materialización de lo que este considere
“todos sus males”, de lo contrario seguirá peleando, batallando como gato panza
arriba para volver a salir a flote (que paradójico que “se salga a flote
peleando como gato” lo sé).
La esperanza y el amor son lo que más
nos mueve, en muchas ocasiones es la misma esperanza del amor o por el amor,
bien sea de amores idos cuyo regreso anhelamos, o de amores nuevos que ansiamos
ver llegar.
En conclusión, la esperanza es nuestro
eterno ánimo de lucha, el ansia de dar a cada día la batalla hasta que en un
suspiro final nos derroten los males o nos ganen el tiempo y la vida.
Me despido pidiéndoles que nunca dejen
morir sus fénix, que no se rindan y que aguanten, que de alguna manera sepan
que siempre HAY ESPERANZA, y les confieso, que sí, aunque muchas veces la he
visto agonizando en el rincón oscuro del corazón, la mente y el cuarto, a pesar
de la oscuridad de mis días, siempre la he visto renacer, bien sea por mí
mismo, o porque poco antes del amanecer un angelito guardián en forma de
familiar, novia, o amigo me ha ayudado. Incluso hoy, con tanto perdido, con
tanto en contra, y todo lo fallido, el Fénix nace de sus cenizas, pero todavía
está desplumado y descolorido.
Ya lo había leído, y aunque parezca trivial traigo a colación a "campanita" y así debería ser soñar, creer, no perder la esperanza y dejar salir el niño que llevamos dentro!https://www.youtube.com/watch?v=TPNqSo8nuEE
ResponderEliminarhttps://youtu.be/TPNqSo8nuEE
Gracias Tita! Amo tus incondicionales comentarios en mis publicaciones
ResponderEliminarLectura tardía... porque soy de las que comienza a leer la revista desde el final. Cuando me encuentro confundía suelo venir a leerlo. Porque sus textos siempre tocan tan de cerca ese pensamientos, sentimiento o acción que tanto me perturba de momento. Gracias por eso padrino.
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