Hace algunos días leí una publicación
que alguien hizo en la cual aludían a un “poeta maldito”… aquí una reflexión que me surgió a partir de tal término.
Maldición
Todo poeta nació maldito, con la memoria
pronta y la ilusión marchita, con el anhelo de lo que fue, y el deseo de lo que
nunca ha sido, sin goce de lo que ES… todo poeta nació maldito.
Con el “talento” para hacer bellas la
emociones más tristes, con la facilidad de narrar en verso, o en prosa, el
sentimiento nunca prescrito, nació para que su melancolía se haga
entretenimiento, para que su alma produzca canciones… todo poeta nació maldito.
No es poeta aquel que compone un verso,
tampoco lo es el que crea parábolas para ganar adeptos, el poeta es ese que con
su tristeza entretiene a un pueblo, es poeta el que no puede escapar ni ignorar
a sus rotos sentimientos; es por eso que todo poeta nació maldito.
La bendición de sus facilidades, son la
maldición del recuerdo, perturbador, anhelante, imperecedero. Está condenado a volar,
con las alas rotas, buscando olvidos inciertos, vuelos trabajosos y cortos, que
nunca lo sacan de sus propios desiertos. Ahora, dime tú si lo que escribo no es
cierto… todo poeta nació maldito.
No es que el poeta sienta diferente,
tampoco que sea un perdido, simplemente no es un ser pragmático, pues no baja
los brazos al cargar un “ayer” que hace tanto se ha ido. Es un simple solitario,
al que no bendijo el olvido; hecho pa’l perpetuo abandono, todo poeta nació
maldito.
*Sugerencia: a mis lectores amantes de las letras les recomiendo el blog de mi amigo Carlos Giraldo, aquí les dejo el link http://misnotasdehumo.blogspot.com/
Yo respetuosamente diría que el maldito no es el poeta, ni mas faltaba, todo ser humano es un poema, lo que ocurre es que no hay buenos lectores!
ResponderEliminarVoy a entrar al blog de tu recomiendas!
Gracias!