Buenas noches mis lectores, finalizando el segmento de escritos de mi papá, les comparto aquel que me escribió a mi, muy diferente a los que le anteceden, pues este romance no fue escrito en tiempos cercanos a mi llegada, a decir verdad, fue escrito cuando yo ya había alcanzado la mayoría de edad, incluso recuerdo la tarde en que mi papá me lo dejó leer, recién salido de su maquina de escribir color verde pálido marca Remington; era el poema con que cerraba su último libro de poemas, aquel que nunca conoció la imprenta.
ROMANCE DEL
CABALLO MALHERIDO
A MI
HIJO SIMÓN
Toro de tigre y de
lanza,
lanza blanca y
homicida,
tejió con furia la
sangre
en la mitad de su
vida.
Caballo de
Picadores:
de carga mas que
de silla.
Como a los perros
en Misa,
lo llenan de
sinsabores.
Caballo de
Picadores
con una humilde
divisa
de cargador sin el
pasto
en una infancia
dolida.
Una montura de
muerte
cubrió su mirada
arisca.
Sus ojos, antes
tan mansos,
fueron luz
enceguecida.
Tapando el sol y
la arena,
ocultas
manoletinas.
Ataque de sombra y
luto:
la Muerte, que
largo estriba.
Caballo de pica y
pala,
caballo de pala y
pica.
Nunca acarició sus
lomos
el amor de una
mantilla.
De palo y rejo era
el alba,
de rejo la
anochecida.
De pena y palo era
el freno,
y cuernos por
banderillas.
Caballo de
picadores,
de llantos la sin
salida.
El toro de tigre y
de lanza
le dio una mala
embestida.
Caballo de
Picadores:
Vida Triste y
Malherida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario