Me parece bien curiosa la forma en que trabaja mi inspiración,
hoy he descubierto que los versos y la rima me brotan con mayor facilidad en
los momentos de ansiedad, tristeza o dolor. En cambio en los días que me encuentro
en paz, que me siento en calma, no redacto con decencia ni siquiera un
telegrama.
Si lo pienso bien, hasta tiene un poco de sentido, es mas
sencillo para mi, expresar el hastió del dolor y el olvido, mientras que
escribir versos alegres, es para mi un misterio, he llegado a la conclusión;
que la dicha se escribe en prosa, la tristeza en un solo verso. Y tiene mucho
de cierto, pues en las malas las cosas siempre riman, sin importar si es
forzado el verso, o el solito se arrima.
Mientras que en la alegría todo suena distinto aunque se
haga compañía. Puede decirse que la alegría es una tarde especial de sol en un día
de verano, es necesario sentir el viento
cuando la piel acaricia, así como sentir la magia, que emana de una sonrisa. No
son de iguales sonidos, pero tienen mayor gracia, como cuando un segundo me
detengo a oler de las flores su fragancia. La dicha se esconde en una nube
pasajera que tapa y hace fresco por un momento el sol, o en un pucho bien
fumado a pesar de su amargo sabor.
Esta también presente, en el vuelo de un pajarito, cuando la
sientes no la jode el zumbido de un mosquito. Se encuentra viva en el sueño de
un bebe adormilado, o en la satisfacción que traen unos pies bien cansados, también
en lo dulce de un beso o una llamada clandestina. Se encuentra en como miramos
muy pocas veces la vida.
Tengo yo la mala maña de culpar de mis tristezas a mi corazón
y al de otros por las cosas que me pesan. Maña que muchos tenemos esa que
acabo de expresar, algunos la explotan como quieren para manipular a los demás.
Solo este llamado de atención hago en este amoroso y raro escrito, asumamos lo que ha pasado, con gracia y con
orgullo, y no dañemos a otros con sed de protagonismos, con chismes y
manipulaciones para gusto y en venganza de nuestros corazones rotos.
Seamos consientes del aire cuando entre en nuestros
pulmones, yo hoy abrazo al mundo, con mi corazón de mil amores. Nada tomo ni
desecho, todo se hace por si solo, así como la mañana llega con los primeros
rayos del “mono”*.
Uno que otro verso salió en este curioso escrito, hecho con mucha conciencia, y rebosante de
amor bonito
*para mis lectores extranjeros: en algunas regiones de Colombia le dicen mono
al sol
Me gusta cuando escribes sobre esos sentimientos que impulsan la palabra. "Adiós tristeza, buenos días tristeza" y sobre cuando el roce del viento y las cosas del clima nos relajan.
ResponderEliminarmuy agradecido guillermo por su constante lectura y por el comentario... un abrazo
ResponderEliminar