Te anhelo mi dulce recuerdo.
La hija de un alba soleada.
Una querencia sin palabras,
Una ilusión olvidada.
Te anhelo en silencio marchito.
Desde una lejana mañana,
El sol resentía la luz de tu
brillo
Y yo deseaba ser tu cigarrillo.
Te anhelo sin conocerte
Solo por tu radiante sonrisa,
La que, sin saber, iluminó mis
días
Con tu pelo movido por la suave
brisa.
Te anhelo sin verte a menudo
Y despierto pensando en tu
rostro,
¿Qué más podría esperarse
De quien siempre ha estado
loco?
Te anhelo tanto por ratos
Que escribo versos sin querer.
Recostados en el deseo
De pronto volverte a ver.
Te anhelo siempre en secreto
A ti o tu cuerpo grandioso
De tanto anhelo guardado
¿Saldrá un amor poderoso?
Te anhelo por mucho tiempo
¿Por cuánto más te desearé?
Tal vez por el mismo lapso
Que este secreto guardé.
Y Te anhelo en la esperanza
De un incierto porvenir
Al camino que Dios nos lanza…
¿será para vernos unir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario