domingo, 6 de mayo de 2012

El silencio del orgullo.


Tengo las manos frías 
Y esta el deseo ardiente,
De recorrer completico
Tu dulce cuerpo caliente.

El corazón retumba con fuerza
Por el sabor de tu boca,
A pecado y a cereza.
Es curioso como funciona
Tu retorcida cabeza
Que maltrata durante semanas
Los que en una tarde
Con tu mirada deseas.

Es una lástima que tu orgullo
No ceda ante tu deseo
Para no admitir ante nadie
Que soy la causa de tu desvelo.

Eres consiente y entiendes
Al igual que quien te escribe
Que callar es lo acertado.
Pues no admites ni a bala
Que de mi te haz enamorado,
Que extrañas todas las noches,
La suavidad de mi arrullo,
Y deseas secretamente
Que para siempre fuese tuyo.

Yo no te digo que siento,
Tampoco menciono mucho
Pues la lengua es el azote
Más grande que tiene el culo.

A ti te cuesta admitir,
Tus más profundo temores,
Así como yo niego
Que estuve lleno de errores.
Pero confieso ante el mundo
Sin mencionar tu dulce nombre
Espero que alguna tarde como en otras
Vengas buscando a este hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario