lunes, 21 de julio de 2014

Autosuperación



En los últimos días me ha dado por hojear algunos textos de autosuperación escritos por los más reputados autores de este absurdo género, confieso que únicamente los he hojeado pues su densidad literaria es suficiente para anestesiar a una ballena después de tres páginas seguidas de lectura.
Y la conclusión es muy sencilla, estos libros han sido escritos para personas incapaces de cambiar, personas que no contentas con su soberbia producida por un gran ego y una carencia gigante de autoestima, buscan la aprobación de su ser en las castrantes páginas de estos escritores mediocres. Castrantes porque se limitan a consejos de eliminación de la vida cosas que sean “poco saludables”. Y sus incautos lectores dejan que con ello se mutile el sentido de lucha, de cambio, de amor, de tolerancia y de respeto que le dan sabor a la vida.

Son libros que validan cualquier conducta que llene al lector de autosatisfacción, sin impulsarlo a un verdadero crecimiento, a una lucha interna que los nutra como seres humanos, solo un simple enfrentamiento externo con patrones de conducta definidos.
Y me llegó la inquietud: ¿es esto autosuperación?

Después de un buen debate interno, llegué a la conclusión que les expongo:
No está ni lejos de serlo, la autosuperación no es validación propia de las conductas existentes, ni es un incremento del amor propio por medio de frases que no traen consigo el espíritu de lucha necesario para crecer.

La autosuperación se encuentra en la admiración, en la lucha por crecer y creer, por ver en aquello que aunque no sea tangible, el impulso para cambiar o aumentar los comportamientos y las conductas. Es por eso que el ser humano, trabajador e inquieto se supera a si mismo cada día, pues busca permanentemente seguir avanzando y buscando la plenitud pese a los golpes recibidos. Nadie se supera a sí mismo en la mediocridad de su ser inmutable.

Se ha convertido además en vicio de las personas atribuirle frases de autosuperación a genios intelectuales como Chaplin o Einstein, personas que mantenían un sentido filosófico tan elevado, que estaban por encima de esas pequeñeces,  que crecieron a la sombra de otros grandes y que en su vida trataron de emularlos hasta llegar a ser más grandes que ellos.

¿Qué pasó con la admiración romántica? Vlad, Robin Hood, Los Mosqueteros, Romeo, Julieta, Hamlet (aunque haya muerto loco) Cleopatra, Julio Cesar, Von Richthofen, o El Rey Arturo, los ya mencionados genios Chaplin y Einstein. Personajes históricos o literarios que impulsaban a la humanidad a crecer y creer, a dar la lucha pese a los golpes y defender ideales más grandes que el mismo hombre.

Me decepciona en realidad que el ser humano con toda su capacidad de imaginación, creación y crecimiento, caiga tan bajo.  La única frase de Autosuperación que me parece valida es: “la vida no son los golpes que das, son los golpes que recibes y sigues avanzando, así es que se consagra la victoria”- Rocky Balboa
Dios y mis ídolos me libren de caer en lo mismo.

1 comentario:

  1. Hay tu verdad, la verdad del otro y la mía, y si a muchos les sirve ni modo!

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