domingo, 4 de marzo de 2012

Entrenamiento


¡Puerta!
Y la novilla sale disparada, acosada por el vaquero y su ayudante, observo con atención como enlazan mientras con impaciencia espero, pues sigue mi turno.
Entro en el partidor con más ganas que pericia, acomodo con dificultad mi yegua remilgada ¡quien la viera tan bajita!
Esperamos el momento con ansiedad absoluta, y la energía sube y baja por sus patas y mis piernas, es una extraña conexión con el mundo que dura la eternidad de unos segundos, todo se hace silencio no existe nada mas, hasta a ellas las olvido, las que fueron, las que son o que serán, el cielo se despeja hasta en el mas terrible aguacero, veo la manga, veo la novilla, veo a mi yegua y a mi compañera de juego, pierdo las dimensiones del espacio y del tiempo, y disfruto con cada fibra la fuerte tensión del momento.
¡Pueeeeertaaaaaaaa!
 Y la novilla se vuelve un rayo, veloz, caliente, callado, apreto fuerte los talones, aflojo las riendas y arranco, la enana en la que monto se hace una gigante veloz, y durante unos cuantos segundos, nos hacemos salvajes los dos, en ese momento perdemos el miedo, el mundo entero es muy chico, para el fuego que despierta, en cada lazo este rito, un par de cientos de metros y la ternera se escapa, pero no importa el resultado, tengo la soga en la mano y un caballo entre las piernas, tengo puchos en el bolsillo, y despejada la cabeza. Es imposible describir ese cumulo de sensaciones, pero todos desaparecen y el momento canta sus propias canciones. Y llega la humilde res con sus hermanas de carrera, y yo busco un portón rojo que me lleva a la callejuela.
Con calma cruzo el umbral, y me enciendo un cigarrillo, vuelvo y pienso en vos, pero son pensamientos tranquilos, los problemas se quedaron, frenados en una horqueta, cuando la baqueta la puse sobre mi yegua coqueta, si te pienso no te extraño, si te olvido no maldigo, y fumo mi cigarrillo mientras vuelve a empezar el rito.

Las risas y comentarios pasan lentos o fugaces, pero me siento completo rodeado de tantos secuaces.
Este es un breve vistazo a lo que siento cada que ensillo, y me dirijo a la manga para acosar los novillos, mas todos los que han hecho lo mismo sabrán que me quedo corto al describir lo que se siente arriando a lomos de un potro.

pido disculpas al lector si encuentra este escrito acosado, pero es la descripción de un evento lleno de amor, y yo amo atropellado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario